Creel, García-Cuéllar, Aiza y Enríquez, S.C. ®
Los consejeros de una sociedad anónima bursátil deben mantenerse enfocados y tener un involucramiento proactivo en el manejo de la crisis por COVID-19. En su función de supervisión, conforme a la Ley del Mercado de Valores, o LMV, deben asegurarse de que el equipo directivo priorice la seguridad y el bienestar de sus empleados, e implemente un plan de continuidad de operación de la Compañía.
Consideraciones para Consejeros y Equipo Directivo
Ante esta crisis que puede afectar severamente las operaciones de muchas compañías, los miembros del consejo de administración deben mantener un estricto cumplimiento de sus deberes fiduciarios de lealtad y diligencia. La falta de cumplimiento pudiera resultar en responsabilidad para los consejeros, incluyendo en el pago de daños y perjuicios causados a la compañía, de conformidad con la LMV.
Los consejeros deben hacerse de la información relevante para poder participar activamente en las decisiones del consejo y asegurar un adecuado manejo de la crisis. Para lograr lo anterior, es importante recibir información de expertos independientes en relación con actualizaciones, progreso y el desarrollo de la pandemia del COVID-19.
Cabe mencionar que es importante que los consejeros no pretendan llevar a cabo las responsabilidades del equipo directivo, sino que se mantengan en su rol de supervisión y enfoque en la visión estratégica de la compañía.
Específicamente, algunas recomendaciones para consejeros, alineadas con su deber de diligencia, son:
(i) entender los efectos y posibles impactos de la emergencia sobre la compañía (tanto internos como externos), según sean identificados por los directivos, expertos y derivado de su propia investigación, incluyendo la determinación como actividad esencial de las operaciones de la compañía, las formas de operar de manera remota, el cumplimiento a los lineamientos sanitarios en caso de continuar operando, y en caso de ser necesario, medidas de suspensión de actividades;
(ii) apoyar al equipo directivo en diseñar un plan para contener los problemas más críticos que afecten a la compañía en el corto y mediano plazo; y
(iii) designar, junto con el equipo directivo, a un equipo específico para establecer una ruta crítica para solucionar los problemas inmediatos y los identificados que pueden surgir.
Para lo anterior, entre otros temas, el consejo debe analizar el perfil de deuda de la compañía, incluyendo obligaciones contractuales, los requisitos de liquidez en el corto y mediano plazo, y la estructura de garantías que se hubieren otorgado en relación con financiamientos de la compañía o sus subsidiarias. Asimismo, el consejo debe asegurarse de recibir información del equipo directivo respecto del cumplimiento con requisitos regulatorios, así como de la emisión de decretos o cualquier otra directriz por el gobierno federal, y los gobiernos estatales y municipales.
En adición a lo anterior, los equipos directivos pueden ayudar a que los consejeros cumplan con sus deberes de diligencia y lealtad adoptando medidas tales como:
(i) establecer canales de comunicación ágiles y seguros (tales como portales con seguridad de contraseña) para proveer a los consejeros de información relevante;
(ii) contactar a los consejeros para entender su disponibilidad y establecer compromiso de participación en sesiones extraordinarias y de comités;
(iii) revisar y actualizar el orden del día de los temas a discutir en comités y sesiones extraordinarias a efecto de priorizar temas acordes a la pandemia; y
(iv) contratar expertos en materia financiera, salubridad, consultores y asesores legales para navegar los retos y decisiones que resulten de la pandemia.
Consideraciones sobre Compensación Ejecutiva
Será muy importante revisar y, en su caso, realizar ajustes pertinentes a la compensación ejecutiva a efecto de aminorar el impacto sobre el flujo de la compañía durante la crisis, pero al mismo tiempo analizar maneras de mantener a los ejecutivos incentivados y alineados con el futuro de la misma.
Los miembros del comité que tengan a su cargo las atribuciones de determinar la compensación de los ejecutivos, ya sea el de prácticas societarias o de compensación, deben analizar el impacto sobre los programas de incentivos que existan para el 2020. Dicho análisis debe considerar si deben modificarse las métricas de cumplimiento establecidas o si se deben añadir nuevas métricas con base en las prioridades redefinidas por el consejo para el año en curso.
Para lo anterior, deberá también definirse la forma del pago de bonos a favor de los ejecutivos, ya sea en efectivo o en acciones de la compañía, los momentos en que se devengan los derechos para ser elegible a dichos bonos u opciones, así como el valor actual e histórico de las acciones de la compañía.
Las acciones en torno a la revisión de la compensación de ejecutivos deben buscar un balance entre mantener a los ejecutivos adecuadamente incentivados y mitigar el impacto que el COVID-19 pudiera tener sobre la rentabilidad del negocio de la compañía.
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